Biblioteca Manuel Cepeda Peraza se transforma en escenario teatral con “Onix”

 
Con humor, sátira y participación activa del público, la obra de Ramblers Teatro transformó el recinto en un espacio donde las artes escénicas dialogaron con la educación y el patrimonio cultural.
 
La Biblioteca Manuel Cepeda Peraza de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), se convirtió en un escenario vivo con la presentación de Onix, una pieza de la compañía Ramblers Teatro que atrajo a un público diverso que llenó el espacio central del recinto e interactuó con los protagonistas de la obra.
 
Con esta presentación, la compañía teatral, en colaboración con la Sedeculta, retomó el reciente fin de semana un sitio cotidiano de consulta, estudio y entretenimiento para concebirlo también como un lugar vivo donde el conocimiento se transformó y dialogó con las artes escénicas.
 
La selección de la Biblioteca Manuel Cepeda Peraza como escenario es parte de una política cultural de la Sedeculta orientada a diversificar el uso de los recintos culturales de forma que cada sitio pueda convertirse en una plataforma para las distintas expresiones artísticas, fortaleciendo así la interacción entre disciplinas y públicos.
 
La propuesta de Onix, con dramaturgia de Juan Estaban Chávez y dirección de Aleé Sánchez, recurre a un lenguaje que involucró a los asistentes en la resolución de la trama, lo que permitió un montaje favorable para resaltar el teatro como un ejercicio de reflexión colectiva.
 
La historia se centra en tres gárgolas que, en medio de un eclipse lunar, despiertan en el techo de una biblioteca que ha sido su hogar simbólico y descubren que tanto el recinto como todo el conocimiento que alberga están amenazados por una horda enfurecida, cuyos motivos se desconocen del todo, que está dispuesta y en camino a destruir el lugar.
 
De esta forma, Onix, logra generar una reflexión sobre los elementos sociales que pueden afectar los espacios culturales en la actualidad, amenazando su permanencia en detrimento de la educación, las artes y la cultura.
 
Las gárgolas, interpretadas por Michelle Arrébola, Ariadna Alexia y Momus Andrógino, van de la comicidad al drama con un toque de sátira permanente a lo largo de la casi una hora de la obra; entre gruñidos y humor negro destacan el valor del patrimonio cultural mientras ven amenazada además su propia existencia.
 
En su desesperación, las criaturas buscan apoyo en Abadón, quien será una especie de guía final para logar salvar lo posible a través de la resolución de un acertijo inscrito en un libro oculto en la misma biblioteca a la que tendrán que entrar por primera vez y recorrer en busca de la respuesta.
 
La propuesta de Onix para involucrar al público en la búsqueda que las gárgolas realizan permitió dar un toque más significativo a la obra porque es justo con la participación de las personas que el conocimiento resguardado en las bibliotecas puede ser salvado para la posteridad.
 
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