Las suspensiones en el suministro de energía eléctrica en Celestún detonaron en la parálisis del puerto desde el pasado domingo a las 14:00 horas, pues generaron la suspensión del servicio de agua potable, escasez de hielo, combustible y alimentos.
Los sectores productivos como el comercio, restaurantes y la pesca recibieron el impacto directo. Tendejones tuvieron que laborar a media luz, la mercancía en los refrigeradores se descompuso, lo que representó perdida para los dueños de las tiendas. A falta de energía eléctrica, perecederos que requieren refrigeración, se descongelaron y ya no eran aptos para su consumo.
En los restaurantes, la elaboración de guisos bebidas con equipos que requerían electricidad y cobro de consumos se suspendió y tuvieron que cerrar prematuramente.
Sólo permanecieron abiertos quienes contaban con planta de energía eléctrica de emergencia.
En los pequeños establecimientos tales como venta de aguas frescas y helados, tortillerias, cafeterías y los juegos mecánicos nofuncionaron.
Quienes se gastaron grandes sumas de dinero, en diesel para sus plantas de energía eléctrica y mantener las congeladoras trabajando, fueron los permisionarios e industriales pesqueros.
Una planta de energía promedio se gasta 150 litros de diésel por hora.
durante 16 horas o más, los propietarios de congeladoras tuvieron que estar usando sus plantas emergentes para mantener los cuartos fríos y que no se pierda la producción de pulpo.
De domingo a lunes la interrupción de la energía eléctrica fue de 16 horas y durante el transcurso del lunes se suspendió el suministro de 2 a 9 de la noche.
El hielo comenzó a escasear, las hieleras suspendieron su producción, lo mismo que la gasolina, la gasolinera suspendió su venta, las bombas funciona con electricidad, no había gasolina para surtir las lanchas.
Durante la tarde del lunes también se fue la energía eléctrica, esto obligó a la suspensión de las actividades en el puerto y la escasez de hielo así como de tortilla.