La celebración del Día de Muertos en Yucatán habría generado una derrama económica estimada de 1,400 millones de pesos, monto que beneficia al estado y a la preservación de esta tradición cultural en la región.
Las ventas se concentraron en tiendas de disfraces, supermercados y florerías. Las tiendas de disfraces anticiparon un aumento significativo en la compra de vestimentas y accesorios, mientras que los supermercados vieron un incremento en la demanda de productos típicos de la temporada, como pan de muerto y otros alimentos tradicionales. Por su parte, las florerías se beneficiarán enormemente de la venta de flores de cempasúchil, esenciales para las ofrendas.
En los mercados, carnicerías se tuvo un incremento en el consumo de los ingredientes para la elaboración del pib.
La fiesta de finados se ha convertido en un motor económico clave para la región.