El narco-terrorismo somete a México: El caso de Irma Hernández Cruz evidencia la complicidad del gobierno de Morena


México vive una crisis de seguridad que pone al descubierto la incapacidad y, peor aún, la complicidad del gobierno de Morena con los cárteles narcoterroristas que operan con total impunidad en el país.

Un caso reciente y desgarrador lo demuestra: Irma Hernández Cruz, una maestra jubilada de 62 años que trabajaba como taxista en Álamo, Veracruz, para complementar su insuficiente pensión.

Fue secuestrada el 18 de julio de 2025, torturada, humillada en un video al estilo del Estado Islámico y asesinada por no pagar la extorsión conocida como “derecho de piso” al cártel autodenominado “Mafia Veracruzana”, una escisión del Cártel del Golfo también conocida como Fuerzas Especiales Grupo Sombra (FEGS).


El video, difundido en redes sociales, muestra a Irma arrodillada, rodeada por una decena de hombres armados y encapuchados, obligada a leer un mensaje intimidatorio: “Compañeros taxistas, con la Mafia Veracruzana no se juega.

Paguen su cuota o van a terminar como yo”. Este acto de terror no solo segó la vida de una mujer trabajadora y respetada, sino que envió un mensaje claro: en regiones como el norte de Veracruz, el crimen organizado impone su ley mientras el gobierno permanece inerte.


La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, y la presidenta Claudia Sheinbaum, ambas de Morena, han respondido con REPUGNANTE tibieza. Nahle calificó el caso como “extraño” por la ausencia de una petición de rescate, mientras que Sheinbaum, quien se proclama defensora del feminismo, evitó referirse a Irma por su nombre, reduciéndola a “esta persona” y omitiendo el término “feminicidio” en un contexto donde el narco-terrorismo actúa sin freno.

Asco de presidenta.

Esta omisión es reveladora: el gobierno de Morena parece más interesado en proteger su narrativa que en enfrentar la realidad de un país donde los cárteles dictan las reglas.


El asesinato de Irma, quien nació el 22 de diciembre de 1962, apenas seis meses después que Sheinbaum, no es un hecho aislado.

La Mafia Veracruzana, que opera en municipios como Tuxpan, Poza Rica, Tantoyuca y Álamo, ha consolidado su control mediante extorsión, secuestros y ejecuciones públicas, sin que las autoridades hagan el mínimo intento por contenerlos.

La militarización de Veracruz, lejos de reducir la violencia, ha normalizado un estado de represión y miedo, dejando a ciudadanos como Irma a merced de los criminales.


Este caso pone en evidencia que el narco-terrorismo tiene de rodillas al gobierno mexicano. La impunidad con la que operan los cárteles, amparados por la inacción o complicidad de las autoridades, exige una respuesta urgente y drástica.

Hoy muchos mexicanos clamamos ¡por favor que ya intervenga militarmente el ejército de Estados Unidos este país! Help us! Porque tenemos un gobierno que solapa al terrorismo

.La reciente designación de cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras por parte de Estados Unidos debe traer como consecuencia la intervención militar por parte de el gobierno americano en México porque nuestros gobiernos son parte del problema.


México, un país de enorme riqueza cultural y humana, no puede seguir siendo rehén del narco-terrorismo. El dolor por Irma Hernández Cruz y tantas otras víctimas clama justicia. Mientras el gobierno de Morena permanezca incapaz o renuente a actuar, la comunidad internacional debe considerar medidas extraordinarias para devolver la seguridad a un pueblo que merece vivir sin miedo.
¡Justicia para Irma y para México!