Durante un conversatorio organizado por la Sedeculta y la Red Académica de la Milpa Maya, se destacó la relevancia de este sistema agrícola ancestral como fuente de sustento, identidad y equilibrio con la naturaleza.
Con el objetivo de reflexionar sobre la importancia de la milpa maya y su preservación como fuente de alimento y patrimonio ancestral, la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), en coordinación con la Red Académica de la Milpa Maya Ich-ko’ol, llevó a cabo el conversatorio “El maíz maya como patrimonio biocultural para las futuras generaciones”.
El encuentro reunió en el Gran Museo del Mundo Maya a mujeres campesinas, académicas y académicos del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM) y la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), así como a productoras y comercializadores de alimentos derivados de la milpa, quienes intercambiaron experiencias y conocimientos sobre la relevancia cultural y productiva de este sistema agrícola tradicional.
La promotora de la producción agrícola sustentable a través de la práctica de la milpa maya, Graciela Rodríguez Ku, indicó que este modelo representa una fuente de alimentación vinculada a la identidad de las comunidades originarias y, al mismo tiempo, una herramienta de seguridad alimentaria por su valor nutricional.
En ese sentido, señaló que para ella y muchas mujeres yucatecas, la milpa forma parte de los saberes heredados a través de generaciones, y recordó que su padre “vivió más de 100 años con buena salud, gracias a la alimentación que tenemos y que debemos promover y compartir”.
Coincidieron con ella la maestra Silvia Terán y Contreras, integrante del equipo de investigación de la Dirección de Patrimonio de la Sedeculta y representante de la institución ante la Red Académica de la Milpa Maya —presidida por la dependencia—, y el doctor José Francisco Sarmiento Franco, investigador del Instituto Tecnológico de Mérida, quienes resaltaron las ventajas de este sistema reconocido internacionalmente como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (Sipam).
Ambos académicos recordaron que la milpa maya constituye un modelo de producción sostenible con un impacto significativo en las comunidades peninsulares, además de ser fundamental para el desarrollo histórico de la cultura maya y una fuente actual de sustento para las familias campesinas de Yucatán.
En el conversatorio también participó el alcalde de Muna, Carlos Ayuso Vera, quien acompañó a un grupo de productoras de su municipio que compartieron su experiencia en el manejo de la milpa.
Previo al inicio del encuentro, la titular de la Sedeculta, Patricia Martín Briceño, destacó que con la promoción de la milpa maya la institución asume el compromiso de rescatar, preservar y transmitir los saberes milenarios que sustentan este sistema agrícola tradicional.
“La milpa es mucho más que una práctica agrícola; es una forma de entender el mundo y una expresión del equilibrio entre las personas y la naturaleza, un legado vivo que conecta biodiversidad, conocimiento, lengua y cultura”, afirmó.
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